En la fase inicial de un acuario marino, sería conveniente medir los parámetros del agua a diario o semanalmente para ver cómo funciona el acuario y cuándo se pueden introducir los animales. La dureza de carbonatos indica la estabilidad del agua frente a las variaciones del pH, y debería estar entre 7 y 10 °dKH. El amonio es la primera fase de la degradación de nitrógeno y se va convirtiendo progresivamente en amoniaco tóxico a valores del pH superiores a 7. La concentración de amonio puede ser de máx. 0,25 mg/l. El nivel de nitritos muestra si este tóxico para los peces está presente en el acuario. El nitrito debería ser siempre inferior a 0,2 mg/l. El nitrato y el fosfato sirven a las algas de alimento. Unos niveles de nitratos superiores a 20 mg/l y unos niveles de fosfatos superiores a 0,1 mg/l pueden causar una proliferación excesiva de algas. Muchas especies de coral crecen mucho mejor con menores cantidades de nitrato y fosfato, ya que en sus tejidos viven algas endosimbióticas (zooxantelas).
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