¿Bombona de CO2 desechable o recargable?
Hay 2 tipos distintos de bombonas: las bombonas desechables, que se desechan o reciclan una vez que están vacías, y las bombonas recargables, que siempre pueden volver a rellenarse. Muchas tiendas de animales y empresas de gas pueden rellenarlas. En caso de vivir en una zona donde sea difícil encontrar un establecimiento para recargar las bombonas, la opción más recomendable sería usar bombonas desechables. Si en un futuro la situación para rellenarlas mejorase, en todo momento podrá transformar el manorreductor para bombonas desechables en un manorreductor para bombonas recargables en tan solo 2 minutos enroscando el adaptador (JBL PROFLORA CO2 ADAPT u-m). Los acuariófilos que vivan en una isla pueden encontrarse con la dificultad de que a veces no está permitido transportar bombonas recargables llenas en el ferry o el avión. Pero las bombonas desechables están permitidas a veces.
El tamaño de la bombona suele depender del mueble donde se va a colocar la bombona de CO2: una bombona desechable de 500 g solo tiene una altura de 31 cm (más el manorreductor = 37 cm), mientras que una bombona recargable de 500 g con base tiene una altura de 43 cm, y una bombona de 2000 g, una altura de 45,5 cm. Por lo general, una bombona de mayor tamaño suele ser más conveniente porque habrá que cambiarla o rellenarla con menor frecuencia.
Inspección de la TÜV de las bombonas de CO2:
Todas las bombonas de CO2 recargables deben someterse con regularidad a una inspección por parte de la TÜV (al menos en Alemania), concretamente cada 10 años. En la bombona podrá encontrar siempre, aunque a veces sea poco legible, la fecha de la última inspección de la TÜV y, a veces, el año de la próxima inspección.