La naturaleza como modelo:
Los animales de terrario son poiquilotermos, por lo que dependen de la luz y, especialmente, de la calidad y la intensidad de la misma. El cambio del día a la noche y la intensidad luminosa influyen en la actividad, la ingesta de alimento, la digestión o las fases de reposo de los animales. El rendimiento y la calidad de la luz dependen de la fuente luminosa.
Además, muchos animales de terrario asocian directamente la luz con el calor y buscan las zonas luminosas del terrario para «tomar el sol». Esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de planificar la calefacción de los terrarios desérticos. El rendimiento y la calidad de la luz dependen de la fuente luminosa usada. Los fluorescentes, p. ej., aportan mucha luz generando poco calor, mientras que las bombillas transforman en calor la mayor parte de la energía absorbida, y solo una pequeña parte en luz.
Según su procedencia, los animales de terrario necesitan más o menos luz UV para estar sanos. La luz UV-B estimula la síntesis de vitamina D3 a partir de la vitamina D2. La luz UV-A estimula la pigmentación. Hay que tener en cuenta que el cristal absorbe aprox. el 50 % de la radiación UV, por lo que las lámparas deben montarse dentro del terrario.
Las lámparas HQI, como la JBL ReptilDesert L-U-W, son ideales para los animales de terrario que necesitan luz solar, luz UV (es decir, son diurnos) y calor. Estas aportan un espectro completo similar al solar que incluye radiación UV-A y UV-B, además de emitir calor en el terrario. Por tanto, al apagar la lámpara disminuye la temperatura en el terrario, lo que equivale a la deseada bajada de temperatura nocturna.
En los terrarios altos es importante que los animales se puedan acercar a la lámpara de forma que reciban radiación UV suficiente.
Las lámparas de vapor metálico (p. ej., JBL L-U-W u otras HQI) para funcionar necesitan un balasto especial para el vataje correspondiente. JBL ofrece kits de instalación para 35 y 70 W (JBL TempSet Unit L-U-W)