Revisión
Revisar el estado de salud
Quien se compra un animal de terrario, sin duda también querrá observarlo todos los días. Es aconsejable prestar bien atención a algunos aspectos durante el control diario y, especialmente, cuando se dé de comer. De esta forma se podrán detectar pronto los posibles problemas y, por tanto, tratarlos a tiempo. Cuanto más tarde en reaccionar a los problemas, menor será la probabilidad de curación.
Hay que prestar mucha atención a los siguientes aspectos
La boca debe estar cerrada y no presentar espuma ni estar cubierta de una capa viscosa.
Controlar que la muda se lleve a cabo sin dificultades, los ojos no deben estar asentados demasiado profundos en sus cuencas.
Cerciorarse de que no haya heridas, bultos ni otras anomalías.
En los lagartos hay que controlar que la muda de los dedos y las patas haya sido completa ya que, de lo contrario, podrían producirse constricciones.
Los caparazones blandos solo son normales en las tortugas muy jóvenes.
La piel no debe estar demasiado arrugada, y no deben verse demasiado pronunciadas ni las costillas ni las vértebras dorsales.
Deben tener todas sus 8 patas. Cualquier zona del cuerpo blanquecina o fungosa es muy preocupante, mientras que una «calva» en el abdomen no supone ningún problema.
A la hora de comprar, fíjate en que el caparazón esté liso, especialmente si se trata de especies de tortugas terrestres mediterráneas. En el caso de las tortugas mapa, lógicamente tienen que tener su típica joroba. En el caso de muchas especies de tortugas terrestres se necesita un certificado para poder comprarlas (CITES). Presta también atención a los ojos de las tortugas a la hora de comprarlas: deben ser claros, no estar hinchados ni inflamados. Los animales deben poder abrir y cerrar los ojos sin problemas. Tampoco debe verse ninguna úlcera en el cuerpo, el cuello, la cabeza, las extremidades ni la cola.
Durante el transporte de las tortugas hay que tener en cuenta que tanto las tortugas terrestres como las acuáticas y galápagos deben transportarse siempre secas, es decir, sin agua. Una caja de cartón oscurecida es ideal. Por favor, no las dejes nunca en el coche, haga frío o calor: para transportarlas, la temperatura ideal es de entre 18 y 25 °C.
Puedes tener al aire libre muchas especies de tortugas resistentes al invierno. Al aire libre significa, no obstante, en tu propia parcela, no en un campo o parque público. Las tortugas que criamos en cautividad no pueden dejarse en libertad en el medio natural ya que, o bien se morirían en invierno, o supondrían una amenaza para nuestras especies autóctonas ya que se trata de especies invasoras.
