¿Por qué se obstruyen mis tubos y con qué frecuencia debo limpiarlos?
Para que los tubos de PVC empleados se mantengan flexibles y puedan engancharse con facilidad a las piezas de empalme, estos contienen una pequeña cantidad de los denominados plastificantes. Estos plastificantes son la causa de la colonización de bacterias formando películas biológicas en el interior de los tubos. A su vez, estas películas biológicas pueden provocar una reducción del caudal, dependiendo de su grosor. Con el tiempo, los plastificantes se degradan, los tubos se endurecen y pierden su flexibilidad, lo cual va acompañado por una reducción de la formación de las películas biológicas.
Suele ser usual limpiar los tubos nuevos a intervalos de unas 6 semanas cuando se comienza a usarlos. Esto se aplica independientemente del tipo de tubos empleado, es más: en caso de usar tubos extremadamente flexibles, como los que pueden adquirirse en las tiendas de animales, puede ser necesario limpiarlos incluso a intervalos más reducidos durante mucho tiempo.
Después de haberlos usado durante unos 3-5 meses, el problema se habrá reducido notablemente aunque, eso sí, a costa de la flexibilidad de los tubos, lo cual técnicamente no puede evitarse.
En el apartado 9 en la página 8 de las instrucciones de uso se indica: «Los tubos están poblados de bacterias que, debido a la formación de mucosidad, obstaculizan el flujo del agua. Las algas crecen solamente cuando hay fuerte incidencia de la luz. Por este motivo, limpie los tubos con frecuencia con un cepillo (p. ej., con JBL Cleany). Enjuagar simplemente con agua no es suficiente.»
En la página 6 de las instrucciones de uso también se explica lo siguiente: «Corte los tubos todo lo posible para evitar que se doblen.»