México
México fue un destino seleccionado por los cenotes. Los cenotes son hundimientos en el suelo calizo de México, el cual está extremadamente socavado debido a su porosidad.
Agua clara – peces ciegos
A través de este sistema de cuevas, el mayor sistema de cuevas submarinas del mundo, fluyen las fuentes de agua dulce del Yucatán en dirección al mar, donde vuelven a ser empujadas en sentido opuesto por el agua del mar. A nosotros nos interesaban la fauna y la flora de estos lagos de agua dulce (cenotes) y las cuevas cercanas con sus habitantes como, p. ej., el tetra mexicano ciego (Astyanax mexicanus).
En el plan estaba previsto bucear y hacer snorkel en los cenotes durante dos días. El primer día fuimos al Cenote Ponderosa, también denominado Jardín del Edén (N 20° 29’ 29,1’’/ O 87° 15’ 29,1’’). El trayecto desde Playa del Carmen, donde estábamos alojados, duró aproximadamente una hora. La entrada a un cenote por un día suele costar 10 USD.
Nuestros aficionados al snorkel, justo la mitad de nuestro equipo, pudieron meterse directamente en el agua cristalina y explorar la fauna del cenote. Los submarinistas recibieron primero unas instrucciones detalladas de cómo bucear en cuevas, ya que no solo la manera de mover las aletas es diferente de la forma de bucear normal. Hendrik, nuestro guía de los Yucatek Divers (http://www.yucatek-divers.com), era un buzo de cuevas en cuerpo y alma. Él nos llevó a bucear por los márgenes de la cueva. El primer vistazo bajo la superficie del agua fue impresionante: el cenote estaba a rebosar de peces, principalmente poecílidos como los mollys velifera y los cíclidos. También se pudieron ver a veces algunas clarias. Pasamos media hora en las aguas poco profundas observando minuciosamente «nuestros» peces de acuario antes de adentrarnos en la cueva. Durante media hora estuvimos buceando por galerías y cavidades con estalactitas y estalagmitas. El agua era tan clara que se tenía la sensación de estar flotando en el aire. Todos procurábamos no remover el sedimento para no mermar la visibilidad. A algunos metros de profundidad llegamos a la haloclina, la capa que separa el agua dulce (más ligera) del agua salada (más pesada). Al atravesar la haloclina buceando, la visibilidad era muy limitada. Tenía el aspecto de estrías que atravesaban el agua. La mayoría de los peces evitaban el agua salada por debajo de la haloclina. En el agua salada solo se veían peces vivíparos y algún que otro cíclido. En algunos puntos, los rayos del sol penetraban por la bóveda de la cueva, creando en el agua unos efectos luminosos increíbles. En una cavidad grande, la luz y la amplitud recordaban a la nave central de una gran iglesia. Después de la cueva, nos dieron permiso para consumir el resto del aire de las bombonas en las aguas poco profundas del cenote. Así pudimos registrar toda la población del Cenote Ponderosa.
Para finalizar, los aficionados al snorkel y los buzos midieron juntos los parámetros del agua. Cuando medimos la dureza total, pensamos que el test para el agua estaba defectuoso porque no se observaba ningún cambio de color después de haber echado 25 gotas. Pero la explicación estaba en la mezcla con el agua salada: dado que en el agua marina hay una GH (dureza total) de 350 y el agua dulce estaba mezclada parcialmente con el agua salada, esta última presentaba una GH extremadamente elevada de 35 ° dGH. La temperatura del agua dulce de 25 °C era 2 °C inferior a la del agua salada. Como todo el fondo estaba cubierto de algas y plantas, hubiera sido interesante medir la concentración de oxígeno por la noche. En este caso podrían haber surgido problemas debidos a la elevada temperatura del agua y el consumo de oxígeno por parte de las algas. El valor del pH era de casi 7, y la conductividad, de 8180 µS/cm. La dureza de carbonatos de 0-1 ° dKH apenas era cuantificable. La gran cantidad de algas nos hizo cuestionar si se podrían encontrar nutrientes para las algas. Y efectivamente: a pesar de la abundancia de algas, en el agua se pudo medir una concentración cuantificable de fosfatos de 0,05 mg/l.
El Caribe – Arrecifes de coral frente a Cancún
En realidad había que ir a Cozumel para contemplar los arrecifes más bonitos de la región, pero no queríamos malgastar el escaso tiempo que teníamos en México viajando de un sitio para otro. Por eso, escogimos el Yucatek Dive Center no solo para las inmersiones en los cenotes, sino también para hacer snorkel y bucear en el mar.
Nuestros dos barcos salían por la mañana, uno para nuestros 8 aficionados al snorkel y uno para los 8 submarinistas. Los trayectos hasta los arrecifes cercanos a la costa duraban entre 10 y 30 minutos. Se trata de arrecifes manchones sobre un fondo de arena a 5-25 m de profundidad. En comparación con el Indo-Pacífico, el Caribe posee poca diversidad de especies y presenta, p. ej., solo 1/3 de las especies de coral que allí se encuentran. No obstante, es muy popular, seguramente por sus aguas claras y las preciosas experiencias que se pueden disfrutar en ese entorno caribeño. La visibilidad empeora mucho a veces solo cuando ha llovido o en la época de huracanes. Tuvimos que aplazar un día las inmersiones en el mar debido a las fuertes precipitaciones.
Los arrecifes mostraban la mayoría de habitantes típicos de los arrecifes caribeños, como el angelote pigmeo o el bocayate de piedra. Los únicos que no aparecieron fueron los tiburones y las barracudas. Nos consoló la gran belleza de las gorgonias, y al mediodía comenzamos a medir los parámetros del agua: 26 °C, pH 8,1, KH 9 °dKH, 53,5 mS/cm, Ca 500 mg/l, Mg 1100 mg/l. Pudimos hacer cuatro inmersiones durante ese día para echar un breve vistazo al mundo de los corales caribeños.
Sac Actún – el segundo mayor sistema de cuevas del mundo
El segundo día de inmersiones en los cenotes nos llevó a dos cenotes más situados en el sur, cerca de Tulum: el Gran Cenote pertenece al segundo mayor sistema de cuevas submarinas del mundo, el sistema Sac Actún, con una longitud total de ¡215 km! El cenote tenía un aspecto pintoresco con sus abruptas paredes de roca en una preciosa selva seca. Los visitantes y submarinistas pueden bajar por una escalera que desciende hasta varios metros de profundidad. Al agua se podía acceder mediante unas plataformas de madera colocadas en distintos puntos de la zona abierta. En el agua, además de las especies de pez del Cenote Ponderosa, vimos por primera vez tortugas acuáticas. Debido a la afluencia de turistas, el agua en la zona poco profunda no era tan clara como en el Cenote Ponderosa. No obstante, pudimos analizar el agua, observar a los peces e incluso ver a las tortugas nadando. Buceando pudimos comprobar que no atravesamos ninguna haloclina. Esto se reflejó de inmediato en los parámetros del agua: una conductividad de «solo» 350 µS/cm con una GH de 30 ° dGH y una KH de 15 ° dKH. El valor del pH era de 7,4. Apenas vimos algas y sí que vimos por primera vez algunos carácidos que, probablemente, no pudieron verse en el Ponderosa debido a su elevada salinidad.
El último cenote en el plan era el Aktun Ha, conocido con el nombre de Car Wash porque durante muchos años los taxistas lavaban aquí sus coches. Por aquel entonces, esto era seguramente una buena idea, ya que el lago de este cenote no está en un hoyo, sino a ras del suelo. Lo especial de este cenote fue un cocodrilo que se dejó fotografiar tranquila y pacientemente.
Datos GPS de ambos cenotes:
Gran Cenote
N 20° 14’ 46,7’’
O 87° 27’ 53’’
Aktun Ha (Car Wash)
N 20° 16’ 28,2’’
O 87° 29’ 10,8’’
Alrededor de los cenotes
Los amantes del terrario tampoco se quedaron cortos. Alrededor de los cenotes crecía una selva seca en la que había muchas rocas grandes. Los lagartos más grandes y, por tanto, los que se veían de inmediato, fueron las iguanas negras (Ctenosaurus similis + C. melanosterna). Aunque allí también vivían eslizones y otras especies de lagartos pequeños. Piotr, nuestro expedicionario polaco, descubrió una lora falsa mexicana (Leptophis mexicanus), que no es venenosa. Su mujer Anna inspeccionó las plantas de la selva seca, y Klaus estuvo de un lado para otro incansablemente con su cámara y su trípode para documentar aves para sus amigos aficionados a la ornitología.
Las mediciones de intensidad luminosa mostraron unos niveles de 93.000 lux con el cielo despejado y a una temperatura del aire de 30,5 °C. Las mediciones UV-B dieron los siguientes resultados: 0,166 mW/cm2 a pleno sol de mediodía y 0,063 mW/cm2 en la maleza. El solarímetro de PCE, que mide la radiación ultravioleta entre 290 y 390 nm (por tanto, UV-A y B), indicó 4,13 mW/cm2 al sol y 0,168 mW/cm2 a la sombra. La radiación UV-A se denomina a las longitudes de onda de entre 315 y 380 nm. La radiación UV-B se sitúa entre 280-315 nm.
Ruinas mayas de Tulum
El último día aprovechamos las primeras horas de la tarde, ya que los cenotes estaban cerrados de todos modos, para visitar las famosas ruinas mayas frente al mar Caribe. Por ser tan tarde, apenas había turistas en las ruinas. Nuestro guía nos explicó muchos detalles interesantes que habrían pasado desapercibidos sin tales explicaciones como, p. ej., los pórticos, inventados por primera vez por los mayas. Delante de estas pintorescas ruinas arqueológicas y con el mar en segundo plano hicimos nuestra foto de grupo, en la que falta Klaus porque estaba otra vez buscando aves que fotografiar.