Acuario marino: instalación y diseño
Así se monta un acuario marino
Probablemente quiera reproducir un pequeño arrecife de coral en el que sus peces, invertebrados y corales se sientan a gusto y que además se parezca a un arrecife de verdad. Busque «acuario marino» en Google y vea las imágenes de lo que otros han creado en sus acuarios. Allí encontrará muchas ideas de diseño atractivas.
El montaje
Las estructuras de coral pétreo (rocas vivas) son pesadas y no deberían montarse directamente sobre el cristal del fondo.
Se aplican las mismas reglas que con las estructuras de roca en Tipo de acuario rocoso JBL Malawi Rocks® : procure dejar en estas estructuras huecos para los corales que se pondrán ahí posteriormente y que serán iluminados con mayor o menor intensidad.
El sustrato
Hay defensores de los acuarios marinos SIN sustrato, ya que son más fáciles de mantener limpios. Pero si va a tener peces que se entierren en la arena (p. ej., muchos lábridos), será imprescindible colocar un sustrato. Cualquier material es apropiado para el sustrato, desde la arena fina hasta el sustrato coralino grueso. El sustrato grueso tiene el inconveniente de que la suciedad puede penetrar a bastante profundidad, mientras que con la arena fina, la suciedad se acumula encima y se puede aspirar fácilmente con un sifonador ( JBL AquaEx Set 20-45 ). Pero es un poco cuestión de gustos.
¿Roca viva o roca inerte?
Los acuaristas marinos denominamos roca viva a la «roca» procedente de un arrecife de coral pero sin corales grandes encima. Suele proceder de las capas inferiores de los arrecifes y NO dañan al arrecife de coral intacto. ¡Algo así no sería compatible con nuestros propósitos de protección medioambiental! Esta «roca» no es en realidad ninguna roca sino que son restos de corales muertos sobre los que han colonizado corales nuevos que, a su vez, también han muerto, etc. Así se crean los arrecifes, creciendo hacia la superficie del agua. En las regiones tropicales se construyen casas, caminos y muros con esta «roca de arrecife». Algunas islas como las Maldivas están compuestas precisamente de esta roca de arrecife.
La roca viva de arrecife tiene para el acuario la gran ventaja de que es de origen natural (no contiene sustancias nocivas), proporciona un gran espacio de colonización para las bacterias que degradan el nitrógeno gracias a sus numerosos poros y canales y, con algo de suerte, también nos pueden traer al acuario larvas de muchos organismos marinos útiles e interesantes, que obtendríamos gratuitamente con la roca. La roca viva de arrecife se llenará de vida muy pronto en nuestro acuario y descubriremos en ella animales y bonitas macroalgas que nunca hemos comprado. ¡Más interesante imposible! También hay un pequeño inconveniente: si es una roca de arrecife muy fresca, también morirán algunos organismos que vivan encima como, p. ej., esponjas, porque en nuestro acuario no tendrán las mismas condiciones que en el mar (p. ej., les falta el plancton). También pueden introducirse en el acuario algunos seres vivos que no queremos tener: gusanos depredadores, cangrejos, etc. No obstante, las ventajas predominan y siempre es preferible elegir roca viva de arrecife en lugar de roca inerte. También se pueden mezclar: las rocas inferiores de su pequeño arrecife de coral pueden ser de roca inerte (p. ej., piedra porosa) sobre las cuales se colocarían las rocas vivas. Generalmente se trata de una cuestión económica, ya que la roca viva es mucho más cara que la piedra porosa muerta.
El ciclado
La vida empezará tan pronto como haya mezclado la sal marina con el agua corriente o de ósmosis para que haya la salinidad adecuada. Deje el acuario en marcha solo con el sustrato, el agua salada, el calentador y el filtro durante al menos dos semanas SIN iluminación. Después de dos semanas, la iluminación se irá dejando encendida cada semana una hora más hasta alcanzar un máximo de 10 horas de iluminación.
Pasada una semana podrá empezar a introducir roca viva de arrecife poco a poco (pero todavía sin luz). Existen varias formas de diseñar el interior de un acuario marino. Por una parte, se puede crear una «subestructura» de, p. ej., piedra porosa, y colocar por encima «rocas vivas». O se puede invertir un poco más de dinero y construir en el acuario el «arrecife» entero de «roca viva de arrecife». Nosotros recomendamos el segundo método porque la roca viva favorece más los procesos biológicos del acuario que la piedra porosa «muerta».
De esta forma, el tiempo total de ciclado es de unas ¡12 semanas! Pero ya en esa fase podrá descubrir muchos bonitos e interesantes seres vivos en su acuario marino, donde han ido a parar a través de la roca viva de arrecife.
Empleando un buen activador biológico como JBL Denitrol se puede acortar la fase de ciclado varias semanas. Pero el activador biológico debe aplicarse varios días DESPUÉS de haber introducido las rocas vivas ya que, de lo contrario, las bacterias no dispondrán de «alimento». En caso de utilizar un filtro biológico o, al menos, material filtrante biológico, sobre el material filtrante también es conveniente aplicar JBL Denitrol . Así «ocupa» el espacio del material filtrante con bacterias beneficiosas degradantes de sustancias nocivas y las bacterias patógenas (gérmenes patógenos) no podrán colonizar allí.
Tenga también en cuenta a la hora de diseñar el acuario que los elementos técnicos, como tubos y bombas, deben quedar bien accesibles aunque estén escondidos detrás de las piedras.
Consejos y trucos para montar un acuario marino:
En cuanto coloque una sola roca en el acuario e instale una bomba de circulación por la izquierda, detrás de la roca por la derecha se formará una zona de agua quieta (zona muerta) en la que la suciedad se acumulará sobre el sustrato. Esta suciedad se degradará biológicamente mediante procesos reductores que consumen oxígeno. Lamentablemente, los procesos reductores suelen provocar algas viscosas (cianofíceas) en el acuario. Cuantos menos procesos reductores ocurran en el acuario, menos algas viscosas aparecerán y mejor funcionará el acuario. Por eso, tenga esto en cuenta a la hora de colocar las rocas en el acuario marino para que la corriente posterior pueda alcanzar la mayor parte de esquinas posibles y apenas se formen zonas muertas. También puede dejar entre las rocas de arrecife espacio suficiente para poder eliminar la suciedad del sustrato con un sifón o, al menos, llegar allí con una bomba de agua pequeña (JBL ProFlow t300) para «soplar» la suciedad de allí.