Estanques de biotopo
Si está planificando o ya tiene un estanque de biotopo o natural, entonces le gustan los estanques con una naturaleza auténtica, a ser posible sin aparatos y sin animales exóticos. Aunque usted no intervenga para regular la expansión excesiva de alguna planta, es necesario llevar a cabo un cierto mantenimiento. Por ejemplo, siempre cae hojarasca al estanque que, con el paso del tiempo, va creando una capa de lodo cada vez más gruesa. Todos los estanques naturales acaban colmatados con el tiempo.
Por supuesto, usted puede aceptar esto y crear cada vez un estanque nuevo en su jardín, pero ¿a quién le gusta eso? Por eso, eliminar la hojarasca es uno de los cuidados principales de los estanques de biotopo. Las opiniones difieren en lo que respecta a introducir peces a propósito en un estanque de biotopo. Pero si los peces se desarrollan a partir de huevos diseminados accidentalmente por los pájaros o las plantas, eso se acepta porque se considera un proceso natural. Los estanques de biotopo suelen tener un aspecto algo salvaje y lleno de hierba y, a veces, descuidado. Pero, al igual que en un jardín, esto puede tener su atractivo y hay muchas personas que prefieren esto a un estanque artificial «de catálogo». Como muchas veces en los estanques de biotopo se conectan pocos aparatos o ninguno como filtros, aireación o riachuelos, ¡la instalación y la forma del estanque son decisivas! También es decisiva la relación del volumen de agua y la superficie para que la concentración de oxígeno en el agua sea suficiente. En el agua de una palangana plana hay más oxígeno que en una olla. Justo estas áreas poco profundas, en las que se crean zonas pantanosas, son especialmente importantes para que los estanques de biotopo puedan funcionar bien a largo plazo. Para que los animales puedan sobrevivir un invierno duro, el estanque debería tener una profundidad mínima de 180 cm. Lógicamente, esto se refiere a la profundidad real del agua, y no a la profundidad del agua con capa de lodo incluida.
Una cosa que no debería descuidar bajo ningún concepto es la vegetación de alrededor del estanque. La mayoría de nuestros árboles y arbustos pierden sus hojas en otoño, y muchas de ellas van a parar al estanque. Allí se hunden hasta el fondo y forman una capa de lodo. Las bacterias descomponen la materia orgánica consumiendo enormes cantidades de oxígeno. En determinadas circunstancias, consumen tanto que el resto de habitantes acuáticos empiezan a tener problemas de oxígeno. Evitar que la hojarasca vaya a parar al estanque es la mejor forma, y retirarla, la segunda mejor forma. De lo contrario, pronto volveríamos al tema de la «colmatación».